Anahí Céspedez

Inspirar Valor

Trabajo artístico comunicacional

Homenaje a las mujeres trabajadoras de la salud

En el marco del mes de la mujer, y luego de 1 año de declarada la pandemia por Coronavirus en el Mundo, desde el Programa Inspirar de la Fundación del Banco de La Pampa queremos reconocer el incansable trabajo y profundo valor de las mujeres que integran equipos de salud de La Pampa.

Es por esto que se realizó un trabajo artístico comunicacional compuesto por retratos de mujeres trabajadoras de la salud, acompañados por sus relatos en primera persona. Cuál es su trayectoria, qué significó la pandemia para ellas y qué las inspira.

Isabel

Enfermera

Hace décadas que se desempeña como enfermera, a sus años de profesión le pudo sumar el título de Licenciada en Enfermería. Actualmente es coordinadora de enfermeras del Centro Sanitario de Santa Rosa.

Isabel estaba finalizando sus trámites de jubilación cuando se declaró la pandemia por COVID-19. Afirma que sin dudarlo dejó sus papeles de retiro a un lado, para brindar cuerpo y alma a la lucha contra el coronavirus. Agradece siempre la colaboración de su equipo y de personas de la sociedad que ayudaron con la confección de elementos de protección personal.

“Esta pandemia despertó muchos sentimientos encontrados, asociados a situaciones límite que hemos vivido. Quienes hemos estado trabajando desde el primer día con pacientes sentimos incertidumbre de no saber hasta cuándo va a durar e impotencia al ver que trabajábamos sin descanso y las personas no se cuidan lo suficiente”, manifiesta Isabel Cepeda. “Llegando al final de mi carrera y vivir esta experiencia es muy fuerte, me cuesta describirlo con palabras. Yo me considero una persona luchadora, que nunca bajé los brazos. Mis seres queridos me dan la fuerza, me inspiran a seguir. Quiero confiar que esta situación nos tiene que dejar alguna enseñanza», finaliza.

Natalia

Médica

Es médica y, actualmente, coordina la terapia intensiva del CEAR La Pampa. Además, ha trabajado en el INCUCAI y es instructora de la residencia de terapia intensiva, donde alguna vez fue alumna.

Para Natalia la pandemia significó mucha pérdida en distintos aspectos. En lo personal, un cambio drástico del espacio de trabajo habitual, también alejamiento de sus seres queridos.

Para ella, las consecuencias de esta pandemia de COVID 19 van a ser las mismas que las de una guerra donde se incluye el estrés post traumático, la pérdida de seres queridos, el abandono y el cansancio.

Las mujeres en esta pandemia hemos ocupado un lugar clave como profesionales de la salud, y, también, le hemos dado humanidad, calidez y empatía a las situaciones difíciles de atravesar. Es importante resaltar que en los servicios hospitalarios actuales, la mayoría somos mujeres”, reflexiona Natalia Fernández.

Lo que la inspira a seguir son los y las pacientes que se van de alta, aquellas personas que vuelven a su casa, a reencontrarse con sus seres queridos.

Marcela

Vacunadora

Es enfermera con larga trayectoria en el sistema de salud, trabajó en quirófano, urgencias, y, actualmente, es jefa del Vacunatorio del Hospital Evita.

“La pandemia generó un impacto emocional y psicológico en toda la sociedad. Personalmente me generó un miedo paralizante hasta el momento en el que entró el primer paciente COVID Positivo. Desde este instante, que recuerdo con claridad, todas las personas que integramos el equipo, tomamos acción y trabajamos sin pausa”, relata Marcela. Ella cuenta que todas las emociones iniciales revirtieron positivamente para generar estrategias de trabajo y batallar contra el COVID. «Todo lo pequeño se hizo grande» para ser brindado a la sociedad, generaron empatía, compañerismo y se unieron como equipo. “Las mujeres hemos cumplido un rol fundamental en esta pandemia, en la actualidad la mayoría de los vacunatorios están integrados por mujeres, tenemos ganas, fuerza y nada nos detiene”, expresa Marcela Martínez.

A ella la inspiran la esperanza que deposita la ciudadanía en el personal de salud, que vacunando sin pausa fortalece ese anhelo de salud y tranquilidad.

Reseña artística de los retratos

Mostramos estas mujeres a través de una ventana a manera de respiro, una ventana de oxígeno, una pausa en su trabajo sin pausa.

La gasa, con la cual se cuidan las heridas, nos da textura y el estetoscopio, el instrumento más usado para saber cómo se siente la otra persona interiormente.

Las manos son la actitud frente a la vida, el corazón que guía, la mirada atenta y los brazos que nunca se bajan en momentos difíciles.

Producción Fotográfica

Anahí Céspedez